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ENTRE LINEAS

La muerte tiene un precio

La muerte tiene un precio

El éxito profesional la había acompañado durante toda su vida. Eso le supuso la servidumbre de carecer de intimidad, unas veces consentida cuando mediaba precio por medio, otras robada cuando no era así. Llegó un momento en que sus triunfos eran tantos y sus ingresos tan suculentos, que no necesitaba mercantilizar sus andanzas en exclusivas vendidas a prensa del corazón y medios de comunicación afines. Era un personaje público, “la más grande del País”, decían y por tanto al alcance de todo el que quisiera saber de su persona. A su alrededor florecieron cónyuges, hij@s, yernos, cuñad@s, nueras, herman@s, suegr@s, prim@s, abuel@s, espabilad@s vividor@s de todo pelaje, personajes que vivían de vender la fama ajena en beneficio propio. Vidas anónimas y, en el mejor de los casos, mediocres cuyo único mérito esgrimido era el parentesco o haberse cruzado, la mayor parte de las veces tangencialmente, en la vida de aquella persona tan popular. Y de eso hicieron su negocio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Un día, hace ya muchos meses, aquella persona de fama anunció al mundo entero que se encontraba gravemente enferma. Una palabra terrible con un adjetivo no menos espantoso recorrió todas las linotipias y redacciones de los medios de comunicación. Tod@s sabían que aquella dolencia era una sentencia de muerte y en un plazo corto. Aún así, la persona famosa, gastó gran parte de sus recursos en tener la mejor asistencia médica y hospitalaria en su País y en ultramar.

 

 

 

 

 

 

 

 

- Que ha dicho el médico que está en las últimas. Que es cuestión de horas.

 

-¿Y no ha especificado cuanto tiempo queda?

 

-No lo sabe. Él ya no puede hacer nada más para que aguante.

 

-¡Vaya por Dios! –dijo el personaje con voz de fastidio- ¡Y todavía no he llegado a un acuerdo con el tema de la exclusiva! Oye, pregúntale si le puede dar algo… No sé, eso los médicos saben como hacerlo, para que resista un par de días más. Piensa que, como se vaya al garete lo de la exclusiva, vamos a perder un dineral y con lo que se ha gastado en tratamientos, no nos va a quedar nada para nosotros.

 

- Veré qué me dice. Aunque también, si se muere sin que hayas podido cerrar lo de la exclusiva, podríamos despistar a la prensa con alguna información diciendo que está estable dentro de la extrema gravedad…

 

- ¡¡Pero cómo quieres despistar a la prensa –se enfureció quién parecía llevar la voz cantante- si ya hay gente por la casa que va vestida de negro ¡! ¡Anda ve a ver qué te dice el médico de una puñetera vez!

 

 

NOTA: Imágenes tomadas de la película "La muerte tenía un precio", dirigida en 1965 por Sergio Leone

16 comentarios

Para Pedro (Glup) quedándose con lo mejor del decorado -

Me han comentado que ya tienen convocados a los medios de comunicación para cuando se realice la apertura del testamento... ¡¡ Ver eso si que puede ser impagable !! Un saludo.

Pedro (Glup) -

Me quedo con la artista que me emocionó una noche de agosto en Chipiona, su faro al fondo, Rocío sentada, desmelenada, entre los suyos, cantando flamenco como lo que era, una gran artista en su género.
Reconozco que no el tipo de música que más me gusta pero ella lo bordaba.
El resto...negocio. De muchos.

Para rébel, poca broma con la parca -

Ahora sólo queda que la ministra de (in) cultura coja la portavocía familiar para anunciar la muerte de la famosa, con la maestría que ella sabe, diciendo: "Ya lo dije hace una semana que se moriría"... Si eeejjjj queeeeeeeeee. (El que tiene suerte que puedas escribir aquí soy yo)

P.S. Montaré un dispositivo especial para que no se pierda ni uno solo de tus comentarios... Estaríamos buenos que los dejase en otro lugar ...;-))

Para monocamy, honorablemente abochornado -

¿Te has dado cuenta lo poco que hemos avanzado la Humanidad? En la época de los romanos, "pan y circo" festejando y jaleando la muerte del débil. Ahora circo, esperando la muerte como si fuese nuestro mejor socio... Un saludo.

Para clara, en el atasco -

La vida sigue y, a veces, nos persigue. Otro beso cariñoso para tí.

rebel -

La muerte de cerca no es de risa, desgraciadamente gente que tienes muy cerca, amigos, u famiiares mueren a causa de sta enfermedad.claro que puedo sentir qu muera un famoso, pero nunca será lo mismo de si lo hace una persona querida o cercana a mi..asi que lo describiste muy bien en tu escrito..es todo eso..lo del juez y notario con maletín ya ha sido muy fuerte.
p.d.Hace dos dias que no puedo entrar ha dejar coments., aqui..no me eja no sé..tendré suerte ?
***

monocamy -

A mí, personalmente, me parece bochornoso (asqueroso) la manera en que están retransmitiendo su agonía, como si se tratara de un partido de fútbol ("atencióooon, entra un familiar vestido de negro por la verja izquierda, regatea a dos periodistas, saca las llaves yyyyyy....").

Algunos parece que están deseando que palme de una vez, para ser los primeros en comunicarlo. Todo un honor, oye...

clara -

Gracias por tus palabras de cariño.
Quería escribir algo pero estoy bloqueada, todavía duele mucho. Tal vez lo intente más tarde.
Un beso agradecido

Para Pléyades, con conocimientos astronómicos -

El hombre es un lobo para el hombre. Necesita conocer de sus miserias para retroalimentarse e incrementar su amor propio. Si lo que el hombre observa son grandezas entonces aparece la envidia, otro signo de nuestro tiempo...

Para Abril, contacto sin tacto -

Totalmente de acuerdo contigo pro con algún que otro matiz. Desde el momento que una persona pasa a ser de "utilidad pública" , no solo tienes el derecho a conocer de su vida, sino a juzgar sus actos y reprobarlos o aplaudirlos. Son, lo queramos o no, los iconos de nuestra sociedad y, en consecuencia, los que marcarán la pauta a nuestros hij@s. En consecuencia no solo tenemos el derecho, sino el deber de hacerlo.

Y si, hasta yo he utilizado el "mérito" de conocer a un famoso, aunque sea para escribir alguna historia sobre él en estas páginas ;-)) ¿o ha sido él el que ha utilizado ese mérito? :-SS... pero no tiraré la piedra, por si acaso le doy a alguien ¿eh?

Para clara, sin palabras -

Entiendo lo que dices porque lo he vivido durante muchos años desde el punto de vista profesional... Y en el lado contrario al tuyo. Es duro, muy duro enfrentarse a ello y, en tu caso, el único consuelo que os queda y no es poco, es el que tu padre pudiese sentir el amor que sentíais por él cuando se marchó y que vosotr@s se lo pudiéseis dar... Un beso con todo el cariño.

P.S. No hay que pedir perdón en estas páginas por expresar sentimientos.

Para Noa- desiguales en la vida e iguales en la muerte -

Otorrino y Hospital Clínic... Oncología. Tal vez tengamos algo más en común tú y yo. Parece mentira lo pequeño que es el mundo, nuestro mundo :-) (me iré explicando en adelante).

Un beso...

Pléyades -

No creo que el hecho en sí sea nuevo. Siempre han habido satélites (sin escrúpulos) alrededor de personajes relevantes, que han comerciado con la vida y como no, con la muerte, (que es mas fácil) para sacar provecho económico, de sucesión etc. Lo que ha cambiado son los medios para conseguir tal fin. Si se vende es porque hay un mercado que mueve millones.”Nosotros” no hemos cambiado y seguimos necesitando conocer las miserias del prójimo para superar las nuestras

Abril -

Parece que hay un debate social sobre si es permisible o inaceptable vender exclusivas. Todos sabemos que para algunos famosos y otros, a los que llamaremos famosos de “contacto” vender exclusivas es un método fácil y rápido de hacer dinero.

Aún así los que se dedican a esa práctica deberían saber que deben pagar un precio por ello y éste consiste en pasar a formar parte de la propiedad pública y carecer del derecho al respeto.

Bajo mi punto de vista el respeto popular del famoso debe ser ganado por él mismo y la forma de hacerlo es no vender. Sin embargo, la persona que opta por la opción contraria debe entender que ha vendido parte de su intimidad a un público que ahora le reclama el derecho a saber.

Ahora bien. ¿Hasta qué punto tenemos derecho a juzgarlos? ¿Hasta qué punto debemos inmiscuirnos en sus vidas?

¿Cuántas veces hemos usado el “mérito” de conocer a un famoso para jactarnos ante nuestros lectores, conocidos o amistades? Quien esté libre que tire la primera piedra.

clara -

Si, lo tiene, a veces muy alto, la de mi padre fué una de esas muertes injustas, inesperadas y absurdas. Mañana hace 9 años que se fue, todavía no lo he superado... El precio que pagamos nosotros fué el de la impotencia, ante una negligencia médica ,es lo único que puedes sentir, a parte de ira, odio, rencor, venganza etc... cuando te das cuenta que lo único que te pueden devolver es dinero, abandonas, porque lo que nunca logrará un médico es acabar con la siembra de amor y bondad que cultivó como nadie en vida.
Por eso murió rodeado de todo el amor del mundo. Perdona por este pequeño homenaje en tu blog, en el mío lo haré más extenso.
Gracias y un beso

Noa- -

En el fondo, la muerte y la enfermedad, esa a la que parece tanta gente tener miedo a darle nombre, el cáncer; como me dijeron unas enfermeras en la sala de otorrino del Clínic, (que pese a esa especialidad termina siendo un apéndice de oncología)es de lo poco que nos iguala en esta vida.
Ni el dinero, ni el status social nos priva de padecerla, del sufrimiento que conlleva y de la muerte.

Esos que dicen su familia, deberían de preocuparse más porque sus últimos momentos (duren lo que duren) sean felices, y no por estar viendo que dicen y que no los medios de comunicación.

Saludos